Ya estamos en Mayo, el mes de las flores, del día de la madre,  del día del trabajador y el mes de la virgen Maria, y a ella nos encomendamos para que ilumine a nuestros políticos, nuestros gobernantes y a quienes tienen hoy en día la responsabilidad de que el sector social sea mas justo, equitativo y coherente con la situación del país y de sus ciudadanos, esperamos que derrochen tanto esfuerzo y tanta intensidad en tal labor que cuando menos iguale la que estos días demuestran para captar votos de cara a las elecciones al parlamento europeo, nos sorprende una vez mas que solo en época preelectoral se les vea próximos a la ciudadanía e incluso que simulen entender nuestra situación y la de nuestras empresas.

Desde la Union de pequeñas y mediana residencias de Cataluña  (UPIMIR),  les exigimos pongan de una vez soluciones a la situación de miles de usuarios dependientes en lista de espera, y a la asfixia económica a la que han sometido y someten a cientos de centros, los cuales pese a estar al 100 % de ocupación no pueden hacer frente a sus obligaciones de pago, ni cumplir puntualmente con sus trabajadores, y proveedores. Asi como los centros con plazas vacantes pese a los usuarios que las precisan ocupar, y aguardan ser llamados apuntados en listas de espera agónicas y desesperantes.

Rogamos a la Virgen Maria que consiga hacer entender a todos sin reparo que si seguimos así esto no es sostenible y en breve será el caos.

Tenemos predisposición y somos amantes del dialogo, pero queremos interlocutores con ganas de alcanzar soluciones y no solo operativos en etapa plebiscitaria.

Que aflore ya la deuda al sector  social,  y que se calendarice su pago, que las PEVS extraordinarias sean contempladas de inmediato no como promesa para Septiembre (tal vez también en época de preelecciones autonomícas), que el criterio de extraordinariedad de las PEVS lo fije atención primaria que es quien conoce a los futuros usuarios y ha vivido su situación, en algunos caso propia de paises tercermundistas,  que  no se de como legal lo que es inmoral, el rebajar el grado de dependencia de usuarios penalizando así el trabajo que los centros residenciales hacen sobre ellos, “como lo hago bien y te mejoro nos castigan económicamente rebajandote el nivel de dependencia y al unísono la prestación económica que percibes  resultante  a la misma”

Que todos los agentes implicados, patronales, sindicatos, colegios profesionales, y administración, creen una plataforma autonomíca y se sienten juntos y sin dogmatismos previos a confeccionar el futuro sostenible de la asistencia a los mas necesitados, los dependientes. Ninguna ley suplirá tal mesa de trabajo pues todos deben aportar su opinión previamente. 

Solo así conseguiremos salvar lo insalvable.

Con seguridad son muchas y difíciles peticiones aun ni   tan siquiera para la Virgen Maria, pero en este su mes, que menos que pedirle ayuda para los menos escuchados.

Llevamos años ya de éxodo sectorial, con centros cerrando, otros a punto de ello, empresas punteras llevando sus inversiones sociales fuera de Cataluña y sin el mas mínimo atisbo de reactivación y alegria en un sector empresarial que crea empleo, con el añadido que es ocupación  estable y en personas con riesgo de exclusión, mayoritariamente mujeres de mas de 40 a., que genera miles de puestos de trabajo indirectos (Catering, limpieza, mantenimiento, etc..) que ha demostrado en épocas de dificultad ser saneado y generar riqueza, que siempre había cumplido sus obligaciones tributarias e impositivas y en resumidas cuentas un sector con perspectivas de futuro y crecimiento.

De tal situación a la que tenemos actualmente dista tan solo el haber realizado una gestión cuando menos “curiosa”  desde las administraciones tanto la  central como la autonomíca en cuanto a servicios sociales se refiere , una falta de querer poner soluciones y no paños tibios, o lo que es peor una total ignorancia basada en el “laissez fair”, y ante todo y eso es lo mas preocupante un paulatino empeoramiento sin visos de mejora.

Tal vez ya ni encomendandose a la Virgen podamos salir de esta, pero que cuando menos quede patente que desde UPIMIR y por un sector de residencias y centros de día sin penurias ni temores somos capaces de viajar si es necesario hasta el cielo.

Hacemos hoy nuestra una frase llena de contenido y propia de un hombre excepcional el cual muchos aun sin conocerlo  en persona admiramos “seny, pit y collons” eso es lo que falta y eso no nos lo dará la Virgen eso es cuenta de cada uno  el conseguirlo y ponerlo en practica.

Dentro de nada verano y parálisis del país nuevamente, y así vamos subsistiendo, que pena,  pero que pena de situación.

Como T Jefferson dijo “el trabajo hecho a gusto no cansa jamas” 

Me asalta la duda tras su  lectura de si muchos no trabajan en este sector mas a disgusto que a gusto.